- En resumen, que Pineska no está tan mal.
- ... la conexión a internet a veces es más lenta que el caballo del malo.
- ...y puede que tu compañero o compañera no tenga las aptitudes necesarias que requiere la convivencia.
Bueno pues la verdad es que a veces si está mal. En concreto lleva estando mal desde el 15 de Febrero, cuando al volver de visitar a estas dos mangarrianas (es un apelativo cariñoso) me encontré con un tipo en mi habitación que me recibió diciendo "Hola, soy tu nuevo compañero". No se si fue el cansancio del viaje, el hecho de que se había adueñado de todo cuanto era común en la habitación, o que su novia a parte de ser un choco era una borde (me refiero a que era fea, no como los chocos que molan)... bueno, que iba diciendo... eso, que no terminó de caerme muy bien. Pero con el paso del tiempo terminó cambiando mi actitud hacia el: pasé de pensar que era un idiota a saber que es un idiota en sólo dos meses.
Total, que Alba decidió acogerme en su habitación y ahora el muy cretino ha descubierto nuevos niveles de molestarme, pero me estoy tomando una pequeña venganza. Me gusta mirarlo en retrospectiva y ver que esto de la convivencia me está haciendo más maduro (si el pone su música alta, aprovecho luego cuando sube a cocinar y meto su cepillo de dientes en el retrete) y mejor persona. Pero bueno, que ahora se está mucho mejor.
Y es que está habiendo muchos cambios desde que llegué a Varsovia, ha venido gente nueva, pero lo malo son los que se van (bueno, sólo se ha ido María, pero como nunca comenta en el blog no lo he dicho hasta ahora). Me tendrá que perdonar por tardar tanto en hablar de que nos ha dejado aquí con el buen tiempo, pero es que ando liadísimo. Bueno, pero nos ha dejado porque resulta que la más mayor del grupo ya nos es ingeniera, desde The Warsaw Volta: ¡enhorabuena!
Bueno, basta ya de divagar. Esta vez hay que hablar de la Semana Santa. Yo nací en un sitio que se llama Ponferrada (si váis al apartado "personalidades", no perdáis el tiempo en buscarme), allí en Semana Santa es típico hacer una cosa que... bueno, digamos que no estaría bien decirla en Polonia (abstenerse de hacer comentarios sobre esto). Aquí en Polonia, que son extra religiosos (con el extra en mayúsculas y fosforito), la Semana Santa deja a Varsovia sin gente en la calle.
Eso se puede ver como algo bueno, porque a parte de que en Pineska no hay jaleo, internet va rapidísimo, como Fernando Alons... ¡Vettel!. Lo malo es que en Semana Santa, como consecuencia de que no hay ni dios en Varsovia, las tiendas cierran, los restaurantes cierran y lo que es peor para una persona que se ha formado en el Bar Coia, los bares también cierran. Así que Polonia está cerrada estos días y lo único que se puede hacer es escuchar música, ir al parque, ver al Madrid ganando una Copa que ni de lejos merece y hacer el imbécil con las cosas que nos dejó María.
Eso se puede ver como algo bueno, porque a parte de que en Pineska no hay jaleo, internet va rapidísimo, como Fernando Alons... ¡Vettel!. Lo malo es que en Semana Santa, como consecuencia de que no hay ni dios en Varsovia, las tiendas cierran, los restaurantes cierran y lo que es peor para una persona que se ha formado en el Bar Coia, los bares también cierran. Así que Polonia está cerrada estos días y lo único que se puede hacer es escuchar música, ir al parque, ver al Madrid ganando una Copa que ni de lejos merece y hacer el imbécil con las cosas que nos dejó María.
Damas y damos, no va más, ¡hasta la próxima!