domingo, 24 de octubre de 2010

Capítulo VI: El gueto

En algún programa de televisión decían que Varsovia es un remake de sí misma, seguro que lo copiaron de algún otro lado; el caso es que tienen razón. La capital de Polonia es una ciudad que ha tenido que hacerse a sí misma después de la Segunda guerra mundial, bueno en realidad tuvo que hacerse a sí misma después de lo que le hicieron los alemanes como consecuencia del levantamiento del Gueto de Varsovia y el Alzamiento de Varsovia, que no hicieron más que cabrear a los alemanes para que hicieran lo que se suele hacer en una guerra, nada bueno.





























Antes de esto, los alemanes habían invadido Polonia para...para...bueno, algún motivo tendrían. El caso es que cuando llegaron, se dispusieron a poner las cosas según lo que ellos entendían que era orden. De este modo se creó el Gueto de Varsovia. Un gueto es un barrio o suburbio donde viven personas marginadas por la sociedad, que por aquel entonces eran los judíos. Para el que piense que los alemanes se dedicaron a coger cuatro calles y a meter a los judíos en ellas, os pongo aquí un mapa en el que se ve la situación exacta del gueto y otro, modificado por mi (igual tiene algún error) en el que se ve lo que ocupaba el "barrio" en cuestión.





















Y es que para nada era pequeño, se creó en 1940 y duró hasta 1943 y al principio tenía una población de 380.000 personas (casi como Vigo) y la frontera estaba marcada con alambre de espino (aunque luego construyeron un muro de 3m de altura y 18 km de largo para delimitarlo). Posteriormente, irían entrando más judíos a esta pequeña ciudad, pero el hambre, las enfermedades y las deportaciones a campos de trabajo se encargaron de mantener esta cifra más o menos constante, aunque al final de la guerra, los esfuerzos de los alemanes se encaminaban a "morir matando" y por eso aumentaron las deportaciones.

En las calles que por aquel entonces componían el gueto se encerró a polacos ilustres, quizá el más conocido por aquellos que vieron la película, sea Władysław Szpilman, ese músico interpretado por Adrien Brody y cuyas memorias inspiraron la película El pianista.


Lo cierto es que todo lo anterior, se puede encontrar en internet, pero yo sólo lo pongo para introducir el último sitio que he visitado en Varsovia, un paseo por la calle Sliska, merodeando mapa en ristre y con cara de turistas en busca de los edificios que tantas cosas han visto desde que fueron construidos. A día de hoy, las calles en las que estuvo el Gueto de Varsovia no forman un sitio lóbrego donde la pena invade a todo aquel que pasea por allí, más bien todo lo contrario.

El gueto ya no existe, no quedan más que algunos edificios medio destruídos, pero el resto está restaurado: donde antes había pena y sufrimiento ahora hay bares, fábricas y hoteles. Y es que es cierto que Varsovia es un remake de sí misma, hasta la gente cambia, donde antes la gente no se atrevía a salir a la calle, ahora no tienen ningún problema en explicarle a algún español que otro donde estaban los edificios del Gueto, que algunos están tal y como los dejaron los alemanes y muchas cosas más.



























Y eso, que para mí vuelve a ser un placer escribir algo otra semana más. Que la respuesta a la encuesta era que el presidente fue asesinado y que el viaje al gueto me costó mi primer catarro polaco, del que espero reponerme pronto. Hasta la semana que viene mangarrianes!

domingo, 17 de octubre de 2010

Capítulo V: Pineska

Hace ya algún tiempo, más bien unos cuantos años, mejor, unos cuantos muchos años, los estudiantes que se mudaban a Varsovia solían alojarse en una residencia llamada Akademik. A día de hoy los estudiantes que se mudan a Varsovia también pueden instalarse ahí, en la residencia de estudiantes más antigua de Varsovia, un bloque enorme con aspecto de prisión donde los estudiantes comparten habitación, baño y cocina.





















Con el paso del tiempo, Varsovia experimentó un gran crecimiento en población, economía y como no, en estudiantes. Hacían falta más camas para esos jóvenes rebosantes de talento y con ganas de aprender (y para los estudiantes tambíen) y por eso, a Akademik se le fueron juntando sus hermanas: Tulipan, Bratniak y Pineska. Estas cuatro residencias, para los estudiantes de Varsovia reciben el cariñoso apelativo de "Alcatraz". Antes de que te rías, recuerdo que Pineska es mi residencia.


Y es que si un polaco te pregunta dónde estás viviendo y tu respuesta es "en una residencia" pondrá esa cara que pongo yo cuando mi madre prepara coliflor y dirá "¿Y qué te parece?". Lo cierto es que comparadas con un piso, las residencias no suelen salir bien paradas. Al menos en Pineska, tienes que compartir tu habitación con una persona y el baño con tres; tienes que compartir la cocina con todas las habitaciones de la planta, la conexión a internet a veces es más lenta que el caballo del malo y puede que tu compañero o compañera no tenga las aptitudes necesarias que requiere la convivencia (sin olvidar el tema de que parece una cárcel).



Sin embargo, después de limpiar la habitación y el baño, después de poner tus cosas a tu manera y lo más importante, después de descansar, te acabas dando cuenta de que las residencias, más en concreto Pineska, es decir, mi residencia, tiene sus ventajas: está al lado de las paradas de tranvía y autobús, tiene cerca supermercados, está a 5 minutos de la universidad en tranvía y lo más importante, es barato. Estamos hablando de habitación con una zona común para dejar los cacharros de la cocina, con internet y lavandería por 90 euros al mes.





















En resumen, que Pineska no está tan mal. Es una residencia fundamentalmente para estudiantes polacos y como se dieron cuenta de que necesitaban a algún Erasmus para que aramase unos buenos escándalos en otro idioma, me avisaron a mi, un chico majo y amable que comparte habitación con un indio y baño con el susodicho indio y dos chicas más; en una residencia muy bien situada. Estoy en la Plaza Narutowizca (en honor al primer presidente polaco), que en otoño es muy bonita.


Bueno, ahora si me disculpan, me retiro hasta el siguiente capítulo, hasta tengo ganas de ver lo que voy a contar en él.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Capítulo IV: La llegada

El diccionario de la Real Academia Española define llegada como la acción y efecto de llegar a un sitio. Y dicha esta gilipollez, hablemos de lo que de verdad no importa, lo que hay que hacer cuando se está de Erasmus y se llega a la ciudad de destino.

En mi caso, antes de venir para aquí, solicité en la Red de Estudiantes Erasmus (ESN para los amiguetes) un mentor, que no es otra cosa que un alumno universitario de la ciudad de destino que se encarga de ayudar a los inocentes estudiantes erasmus que llegan a sus destinos rebosando ganas de aprender. Lo cierto es que estos señores y señoras, los mentores, merecen como mínimo el reconocimiento de este humilde huésped (ya se que no es para tanto, pero su universidad no les paga ni les da créditos de libre elección a los pobres), porque me han ayudado en todo lo que han podido y siempre me han tratado como en casa. En resumen, tener un mentor facilita la acción y efecto de llegar a la ciudad de destino.

Después de conocer en persona a tu mentor, el o ella te acompañará hasta tu residencia y hablará con la gente de la administración para que te den tu llave y todo lo que necesites (porque yo, al menos por ahora, en polaco sólo se pedir perdón y dos cervezas). Acto seguido, espera la ardua tarea de deshacer las maletas, cabrearte porque tu habtiación no te gusta, descansar, dormir, levantarte, volver a cabrearte porque te das cuenta de las cosas que te olvidaste en casa y salir a comprar todo lo necesario para convertir (si así lo deseas) ese desorden en un sitio habitable.

Protegido con guantes y fregona en ristre, limpiarás la habitación y luego, irás a conocer la ciudad con ayuda de tu mentor. Pero tarde o temprano tendrás que ir a la universidad (y también a la embajada, a ver si van a ser tus padres los únicos que sepan que estás de Erasmus) y ahí la cosa se complica: y es que cuando no hablas el idioma local todo parece más difícil, pero todo tiene arreglo.

Por si el avezado lector de este conjunto de desvaríos no se ha dado cuenta de que esto es útil sólo si te vas de Erasmus a Varsovia, repito que los trámites que describo a continuación pueden ser distintos en otra universidad:

  1. Hay que notificar a la universidad de origen que ya se ha llegado, para ello es necesario cumplir el Certificado de llegada y enviarlo por fax tan pronto como sea posible, ya que no se empieza a cobrar hasta que no se envía este papel.
  2. Hay que hacer el papeleo para obtener la tarjeta de estudiante (ISIC Card), sin ella, no puedes conectarte a internet ni tener el acojonante descuento del 50% en el transporte público. Para obtnerla hay que pagar 21zl y entregar una foto de carnet.
  3. Hay que rellenar el contrato de estudios (aqui lo llaman declaration), donde figuran las asignaturas que cursarás, o como en mi caso, el Proeyecto de Fin de Carrera.
  4. Hay que hablar con el tutor que te ayudará y guiará en tu proyecto, en mi caso, es un hombre que nos facilita mucho las cosas y que nos deja claro que si quieres, puedes aprender y trabajar todo lo que quieras.
  5. Hay que intentar ir a todos los eventos de la ESN, ya que con ellos puedes conocer cosas muy interesantes de la ciudad mientras haces nuevas amistades.
Y hasta aquí llega el proceso, hoy es 7 de Octubre y aunque no tengo todas estas cosas hechas, si que puedo asegurarte que lo viene después será más entretenido.

Gracias por haber leído esto y hasta pronto.

domingo, 3 de octubre de 2010

Interludio I: Gracias

Lo cierto es que tengo suerte de tenerlos, porque son unos amigos "de carallo", pero con cosas como esta, no hacen más que hacerme más difícil el marcharme lejos de ellos. Por esto, y por mucho más, a Tanya, a Julio, a Bego, a Pablo, a Jesús, a Crixu, a Lau, a Pallas, a Héctor, a Marcos les doy las gracias, porque esto lo han hecho ellos. Y no me olvido de ti primo, ni de Lino, que se que intentásteis formar parte de esto.



Desde la redacción de The Warsaw Volta les pedimos perdón por la primera entrada "recopilatorio"