lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo XXXIII: Despedida, pero no cierre.

Hola hola!

Bueno, 8 meses y 13 días después de aterrizar en esta ciudad, he de decir que esto se acaba. Ya no habrá más entradas contando las gañanadas que hago por aquí, ni de qué va mi proyecto (se que no os lo he contado, de buena os libráis), ni los sitios que visito.

Esto, The Warsaw Volta, era una cosilla que quería hacer para dar algo de información a los que quieran irse de Erasmus, lo que pasa es que una cosa llevó a la otra y acabé contando mi vida. Pero pocas cosas me han gustado más que contar lo bien que me ha ido aquí, y lo cuento, pues como cuento yo las cosas: con un poquito de humor, lenguaje sencillo (estudiando en Coia, no se puede aspirar a más) y haciendo el indio.

Esta última entrada (en Varsovia) no va de mi, ni del Erasmus, ni de viajar, esta entrada va para daros las gracias a todos los que habéis enrtrado aquí para leer esta historia, los que habéis votado en las encuestas y a los que habéis comentado al final de cada entrada... no sois muchos (no vayamos a engañarnos), pero sois cojonudos.



Ya sólo me queda una cosa por decir: "Nos vemos"

lunes, 6 de junio de 2011

Capítulo XXII: Al plato!

Señoras y señores, esto se acaba.

A lo largo de este año me he quitado el paso del tiempo de encima. Tengo 23 años y aparento 22, ¿por qué? ¡Pues porque vivo de puta madre! Ustedes madrugan, yo no, yo no se lo que es eso. Me gusta pensar que los erasmus somos la prueba de que existe una vida mejor... porque nos la estamos pegando.

Pero que nadie se piense que esto es sólo coger aviones y viajar y beber cerveza... no, también hay que comer. Y éste es tema de esta semana, la dieta. Yo vengo de una casa en la que se ve el programa de Arguiñano, pero luego uno se va de erasmus y todo se va al garete y de repente te ves cenando Coca cola con Snickers (esto lo hizo una chica que estuvo de erasmus en Portugal), o comprando verduras sólo porque el pollo se va del presupuesto (esto lo hicieron dos chicas en Inglaterra) y así nos podríamos tirar todo el día.



Decía Karlos: "Lo que no se puede es estar comiendo pechuga de pollo y pasta todas las semanas, porque se va hasta el amor.". Que quede claro, a lo que el se refería es que hay que variar las recetas, lo digo porque como buen estudiante erasmus yo hago pechuga de pollo (masala) y pasta (con espinacas y queso de cabra), pero lo voy cambiando, como se puede ver en las fotos.



En cualquier caso, una de las cosas buenas de estar en un país en el que el transporte de TODO el año me ha costado 75€ y la residencia me cuesta 90€/mes, es que algo ahorras. El superávit cada uno lo gasta en lo que quiere, pero de vez en cuando se puede ir a comer fuera (Bego recomienda el restaurante checo, pero yo, prefiero el italiano).



En fin, que ya se ve que mal no vivimos, pero eh! Que ahora nadie se quede con lo de que no madrugo, a ver si esto lo va a leer mi madre y se piensa que sólo voy media hora al día por el despacho (Mami, voy 45 minutos). En cualquier caso, me despido hasta la próxima, pocas cosas me quedan por contar, pero algo queda... la música.

jueves, 2 de junio de 2011

Capítulo XXI: La lista

Señoras y señores, esto se acaba.

Llevo ya ocho meses y pico viviendo en Varsovia, pero esto ya no da para más y como todo, se acaba. Hoy me he despertado un poco más recuperado del catarro me tenía en arresto domiciliario y he dicho: vamos a enumerar las cosillas que más me gustan de esta ciudad. Como me quedan 15 días aquí, pues 15 cosillas hay.

  1. Ir al parque Lazienki
  2. Pasear por la ciudad vieja
  3. Ir a comer al restaurante checo (con los amiguetes, por supuesto)
  4. La cerveza (para el no autóctono, la cerveza aquí siempre es de medio litro. No es más barata que el agua, pero es barata)
  5. Jugar al ajedrez con Miguel
  6. El vodka (ojo, no hay que pasarse)
  7. Ir a los pubs de Pole Mokotowskie
  8. Ver el fútbol con Manolo, Alba, Nacho, Monika, Koke, Paulina y Miguel (sobre todo cuando gana el Barça)
  9. Ir a comer a los fideos Vietnamitas con Alba para rajar de las camareras.
  10. Las visitas
  11. El chico del comedor de la residencia, Lukasz
  12. Hacer el imbécil con Héctor mientras debería estar trabajando
  13. Jugar al baloncesto (hasta que me dieron el codazo)
  14. El kebab (en Varsovia, das una patada y salen 6 o 7)
  15. Despertarme a la hora que me da la gana
Pero bueno, no todo lo de volver a casa es malo. Es cierto que aquí dejaré cosas que echaré de menos, pero como siempre he dicho: esto no es mi casa.